Un humilde blog

miércoles, febrero 23, 2011

Más de 8.700 kilómetros.


Estar lejos y añorar una vida que ya pasó. Que no existe. Que no volverá.
Que sólo vuelve a ser real cuando sueñas: porque al despertar desaparece y asumes que una decisión empuja al cambio.
Al cambio total.

Añorar. Algo tan humano y tan ilógico.
Dormir, soñar, despertar.
Olvidar.

Jamás leía lo que yo escribía. Lo que cantaba. Lo que leía.
Así que si me apetece escribirlo ¿por qué no?
No lo leerá.

No existe una nueva vida hasta que el miedo no desaparece.


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