Un humilde blog

domingo, marzo 03, 2013

Nostalgia.

Un día conocí a unas amigas de nuevo. Sí, de nuevo, otra vez. Eran dos hermanas que había conocido en años universitarios, en una residencia de estudiantes. Mantuvimos el contacto, pero solo éramos eso: conocidas. Unos cuantos años después, el destino nos hizo coincidir en su ciudad. En un concierto precioso de un grupo catalán, conocí a las otras dos chicas que completaban el grupo. Sus canciones se convirtieron en himnos, yo me convertí en una más y todas ellas se instalaron en mi vida de manera casi constante.

Cada una me aporta algo, cada una de ellas es especial y tiene algo único que me hace ser un poco más yo. Libre, feliz, arropada y cariñosa.

No hay día en el que no piense en ellas, cuando les digo adiós por unos meses, es inevitable llorar. ¿Estaré enamorada de mis amigas? Claro, ¡y de la vida! Pero lo que tengo es claramente una carinostalgia galopante y lo mismo es digno de terapia, de psicoanálisis o de encerrarme en un psiquiátrico de por vida. Lo mejor, es que a ellas les ocurre algo demasiado parecido y es en esa locura donde se construye una amistad especial y terriblemente fantástica.

Da igual que vivamos en continentes distintos, porque cuando vuelvo a estar con ellas, nada ha cambiado. Siempre hay gente nueva y genial rodeándolas a los que también quiero. Cuando abandono mi país, lloro en el avión y ellas son responsables de más de la mitad de mis lágrimas, más de la mitad de mi felicidad y de mi tristeza mientras me alejo de ellas, de mis caris.

Os quiero.

PD: No es la temática habitual del blog, pero creed que se merecen esta entrada.





No hay comentarios: