Un humilde blog

domingo, junio 28, 2009

martes, junio 23, 2009

Estrés, juan!

Este fin de semana ha sido para todo menos para descansar.
Eso sí, Rafi y yo nos tomamos el día de la música como 'el festival' y estuvimos allí todo el santo día como campeones.

Esta semana se está presentando dura por historias del master..
y a mí en el fondo me encanta :D

Bueno, Don Jaime me hizo esta foto en el matadero y la ha puesto como algo serio en su blog.
Tss.. No dejen de visitarlo hamijos!

Fotico de Jaime en arrozconhuevos.blogspot.com

En fin, que hoy no hay escrito sentío, porque no me da tiempo a pensar en cosas con el estrés que llevo, y tb porque de vez en cuando no viene mal no ser trascendental.

Gracias por leerme, morunos. :)

miércoles, junio 17, 2009

Venga, hombre!

- ¿Nunca has soñado que quieres correr pero no puedes?
- Sí, muchas veces
- Pues así es como me siento.
- No te entiendo, ¿por qué no puedes correr? ¿Quién te lo impide?
- Nadie. Yo. Nadie… ¿Nunca has soñado que quieres gritar pero de tu garganta sólo sale un ruido mudo?
- No, eso no.
- Entonces, es normal que no me entiendas.


Txaro

sábado, junio 13, 2009

Galicia. Agosto 2008.


Mi pueblo de galicia huele a bosques frondosos,
a asfalto mojado,
a grandes montañas que lo rodean.
Huele
a juventud, a tercera edad, a embutido y a vino.

Un constante eco galego envuelve O cádavo,
y entre medias se escuchan gallos que despiertan
a los que más duermen, también se escuchan perros,
y oigo truenos,
que dan paso a las nubes grises
y a la lluvia en pleno verano.

Se escuchan otros acentos entre los paisanos:
l
os peregrinos cruzan el pueblo continuamente,
mirando las casas de granito y el paisaje
con los mismos ojos incrédulos que los míos.

Mi pueblo de Lugo me sabe a mantas, a fuego de leña,
a pijama de invierno en pleno agosto.
Me sabe a despedida, a no tener cobertura en el móvil,
a olvidar el mundo.
Huele a humedad, a chimenea, a tejados de pizarra,
a búhos nocturnos, a la vida pasando muy despacio,
a que el sol es una bendición y a la seguridad de que
la nieve en invierno este año también caerá,
como todos los inviernos.
Me sabe a entierros que parecen procesiones,
como si mis abuelos fueran príncipes y como si
mi pueblo de Galicia fuera el lugar donde nacieron.

Cuando estoy allí, me rodean grandes montañas,
valles verdes, y por supuesto, cumbres que conquistar.
Siempre que regreso, aprendí algo nuevo
que nunca se me olvida,
por muy al sur que vuelva.

Mis abuelos nacieron y vivieron en un pueblo
de la sierra de Almería
y se adaptaron en su vejez
a otro pueblo del norte,
de Lugo,
de lo más frío que conocí.

Se separaron, se echaron de menos, cada uno en su mundo.
Y ahora, por fin mi abuela María vino a buscar a su Juan
Ahora están juntos y felices, eso lo sé :)

Y es que, a veces, lo triste, también es alegre.
Como las nubes en Lugo.


Txaro

O Cádavo_Agosto de 2008

miércoles, junio 10, 2009

Monerías


Blankita y yo teníamos 5 libretas, por 5 años viviendo juntas
llenas de comics y dibujos sobre lo que nos pasaba,
la gente
que conocíamos, lo que nos preocupaba
y lo que nos hacía reir.




Cuando abro estas libretas (nombradas por su mayor creadora como 'Monerías')
siempre suelto una carcajada o una lagrimilla,
pero son sensaciones muy parecidas :)



Blankita! Te dedico hoy el post, aunque el dibujo sea mío! :D

martes, junio 09, 2009

Mini-homenaje


Esto fue un pequeño regalo para los médicos-enfermeros-auxiliares
de la UCI de Hellín.

Parece ser que el Director del Hospital lo ha enmarcado y lo tiene en su despacho.
Refleja bastante bien mi paso por ese departamento.
Últimamente recuerdo sensaciones que tuve allí, sensaciones que en aquel momento
no podía definir, ni seleccionarlas y separarlas de aquel box.


Cuando Jose Ases (Jefe del departamento de Enfermería y amigo de mis padres) me cogió la mano a la hora de estar en la UCI y cuando ya llevaba mil análisis y pruebas y realmente sentí miedo.

O aquella auxiliar, que estuvo abanicándome durante media hora -calculo- por el calor que hacía en el box y mi fiebre. Vi cómo se le saltaban las lágrimas.

También para MªCarmen, que me aguantó mis desplantes cuando no se me había pasado la sedación, que me contaron que me limpiaba, me ponía perfecta para cuando entraba mi familia a verme.

Por esa enfermera que me dijo que yo tenía unos ojos muy bonitos, muy dulces. Que seguro que cuando me maquillaba era increíble. A mí se me saltaron las lágrimas y le dije que a mí me encantaba su sonrisa. Me acarició y me pidió que no hablara, que no me agotara. También la vi triste. Me contaron que lloró cuando yo dormía, y no me conocía de nada.

Cuando el médico me dijo que me iban a intubar y yo me encogí de hombros. Y me dijo: ¿No tienes nada que decir? Contesté: ¿Acaso puedo negarme? Y me reí. Nadie lo hizo. No sabía muy bien qué significaba eso, pero tampoco lo quería saber. Ahora que lo sé, le agradezco infintamente que tuvo la delicadeza de darme un mensaje: Tus padres dicen que te quieren mucho.
Me imagino, contesté con una sonrisa. Pero nadie sonreía y yo no lo entendí demasiado.

Y se aprende. Claro que se aprende.
Gracias a todos.

(y a mis amigos más aún)

sábado, junio 06, 2009

Ojos


.
Momentos trascendentales en instantes estúpidos y poco importantes son los que me caracterizan.
Cuando miro a los ojos de alguien que me dice tanto sin hablar.
Esos ojos que te hablan aunque ni siquiera
te miren. Un color ambiguo, como él.

¿Pero lo conoces?

No. Sí. Algo.
No importa.


¿Será él?
No. Sí. Puede ser.
Tampoco importa.

El día que una pregunta sólo tenga una respuesta nada tendrá sentido.
Ni tú, ni yo.
Y es que cada pestaña que enmarca uno de esos ojos, se merece millones de palabras más.
Y más bonitas.


Y un arcoiris

¿Por qué no?

martes, junio 02, 2009

Trocito de 'Zoe'

Llegó la hora de comer y decidió salir a comer fuera, para variar un poco de los bocadillos de su casa; además hoy se había levantado con el tiempo justo para ducharse y volar hacia el metro. Sacó la carta de Gabri y la guardó en la chaqueta “Sólo la leeré una vez más”.

Ya en el bar, tras pedir decidió empezarse a leer el prólogo del último relato de Wiliam Faulkner. Gabri y ella empezaron hacía ya 3 años, a leerse todos los clásicos de la literatura europea y americana. Cada uno empezó por un autor distinto, luego los comparaban, y comentaban cada obra. Ahora, tocaba Faulkner, precisamente por lo que Gabriel empezó.

El tintineo de la puerta del bar sonó como un reclamo para mirar en aquella dirección: pelo negro, un chico desgarbado con una bufanda roja se escondía tras unas gafas de sol. El corazón de Zoe se enmudeció: se hizo pequeño. Tanto, que ni lo podía sentir. La respiración no existía y notaba su cara palidecer mientras la piel de gallina en sus brazos se unía al calor que subía por el cuello del jersey.
Se quitó las gafas.
Qué susto más tonto. Zoe estaba sonrojada, nerviosa, con una taquicardia que le hacía que sus manos temblaran: ya no tenía hambre. Leería un poco más hasta pedir el menú del día. Decidió, bajo ningún concepto, volver a leer aquella carta que la estaba volviendo loca por momentos.

‘Qué rápido pasaban aquellos días de verano, tras árboles verdes y caminos de tierra... libres de nosotros, de ti... de mí. Del amor que nos guía, que nos confunde y nos unió para siempre. Nos separa con su rabia, su injusticia, su mano dura que nos obliga a renegar del otro, a aprovechar las circunstancias: a empequeñecer como personas. Vivimos tan rápido, mi vida, que ni las lágrimas podrán borrar el camino que me alejó de ti’

Se creería muy ingenioso: Zoe se derretía con esos escritos, esas pseudo-poesías que Gabri hacía en un principio para otras... y más tarde sólo para ella. De esta manera se despedía en la carta. Más abajo sólo estaba su firma. Arriba: una larga explicación de su largo viaje por el mundo y sus razones sin sentido que le llevaron a escapar. Unos cuantos ‘te eché de menos’ y frases que estaban vacías en esos días tan extraños. Durante este mes releyó la carta otras veces más: a veces las palabras sonaban tranquilizadoras, preciosas, removían a Zoe por dentro: la hacían especial. Otras, no pasaba nada.

Txaro Gomariz - Trozo de 'Zoe'
Algún día terminaré el libro.. lo prometo!